The Daily Mail ha sido el que confirmado la presencia de este actor británico en la secuela de ‘Twilight’, entregándole este papel que para su director, Chris Weitz.
Ni más ni menos que el jefazo de todos los vampiros, de apariencia simpática y amable pero que en el fondo es una gran amenaza.
No obstante, fidelidad en mano, Aro no debería ser uno de los personajes principales de esta secuela, aunque tiene toda la pinta de que la Summit Entertainment le va dar más relevancia o, quién sabe, quizás quieran tenerlo en cartera para la futura continuación.
El mérito de que Sheen esté en esta producción no es sólo de su productora, sino también es fruto de la insistencia de Weitz, que dice aquel rotativo que ha perseguido ‘agresivamente’ al actor.
Ese excesivo interés por Michael para tenerlo en esta exitosa saga revela algo interesante: Weitz va en serio con esta continuación.
Para ‘Twilight’ ha sido un producto muy bien publicitado, en claro aprovechamiento de la enorme repercusión literaria de la serie de Stephenie Meyer, pero de calidad cinematográfica dudosa.
Su target era claro, y el público al que iba destinado el filme ha respondido previsiblemente de escándalo. Ha funcionado.
Sin embargo, su secuela ‘New Moon’ toma de sopetón un camino esperanzador para la incorporación de Sheen, un tipo con un merecido caché.
Ni más ni menos que el jefazo de todos los vampiros, de apariencia simpática y amable pero que en el fondo es una gran amenaza.
No obstante, fidelidad en mano, Aro no debería ser uno de los personajes principales de esta secuela, aunque tiene toda la pinta de que la Summit Entertainment le va dar más relevancia o, quién sabe, quizás quieran tenerlo en cartera para la futura continuación.
El mérito de que Sheen esté en esta producción no es sólo de su productora, sino también es fruto de la insistencia de Weitz, que dice aquel rotativo que ha perseguido ‘agresivamente’ al actor.
Ese excesivo interés por Michael para tenerlo en esta exitosa saga revela algo interesante: Weitz va en serio con esta continuación.
Para ‘Twilight’ ha sido un producto muy bien publicitado, en claro aprovechamiento de la enorme repercusión literaria de la serie de Stephenie Meyer, pero de calidad cinematográfica dudosa.
Su target era claro, y el público al que iba destinado el filme ha respondido previsiblemente de escándalo. Ha funcionado.
Sin embargo, su secuela ‘New Moon’ toma de sopetón un camino esperanzador para la incorporación de Sheen, un tipo con un merecido caché.
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